Fue una villa muy disputada en los conflictos fronterizos entre los reinos de Castilla y León. De su antigua fortaleza queda tan sólo un muro de tapial en una altura conocida como El Palacio. En su plaza se alza su rollo de fines del s.XV que tiene decoración de cabeza de leones
Nos encontramos ante una localidad cargada de historia.
En torno a su plaza principal, se concentran sus principales monumentos, dos iglesias, una vieja casona y un rollo jurisdiccional. De las iglesias, la de Santa María, con un maravilloso coro de madera y la de San Miguel, una en cada extremo de la plaza. La vieja casona, a la que llaman "El Palacio", apenas mantiene en pie un tapial, que indica que pudo haber vivido años de gloria en tiempos pasados. El rollo jurisdiccional, que se ubica en el centro mismo de la plaza, data del siglo XV, y sobresalen las cuatro cabezas de león en lo alto del mismo, junto al pináculo.
Si lo que buscamos es un poco de diversión, que mejor época del año que en mayo para poder disfrutar de sus alegres fiestas de San Fernando del día 30, con fuegos, carreras de cintas, verbenas y las típicas danzas regionales. El primer domingo de octubre la cofradía del pueblo celebra la Virgen del Carmen.
Por último, y si vamos sobre todo con niños, lo mejor es acercarse hasta el parque-merendero que está instalado en la salida hacia Valdunquillo, donde aparte de los tradicionales columpios, también hay mesas,y las típicas barbacoas que nos pueden permitir una parada.